miércoles, 25 de julio de 2007

CRÍTICA DE LAST DAYS.

Blake es un artista introspectivo que sufre el peso de la fama, las obligaciones personales y un profundo sentimiento de aislamiento. Llevado por los impresionantes árboles, Blake se adentra en el denso bosque donde encuentra un manantial de agua. A la mañana siguiente vuelve a su casa, una elegante pero descuidada mansión. Mucha gente le anda buscando -sus amigos, quienes sólo lo quieren cuando necesitan algo, los directivos de su casa de discos, incluso un detective privado-, sin embargo él no quiere ser encontrado. En la bruma de sus últimas horas, Blake busca la inspiración en el bosque para su última canción. Finalmente encontrará una solución a su atormentada existencia...

Inspirada en los últimos días de la vida del famoso cantante del grupo "Nirvana" y abanderado del movimiento "grunge" Kurt Cobain, "Last Days" relata la desesperación y soledad del cantante a pesar de su gran éxito, su inmenso paisaje creativo, sus relaciones íntimas y su depresión psicológica que le llevó a encañonar una pistola en su cabeza y disparar.


Last Days es la interpretación que Van Sant ha hecho de lo que condujo al cantautor a suicidarse. Siguiendo la estructura narrativa que usó en Elephant, la historia propone al espectador mirarla de diferentes formas. Se explican una y otra vez los mismos hechos, que cambian dependiendo de como se miren.

El ritmo general de la película es muy constante, y demasiado lento. La cantidad de información que nos aporta cada secuencia es mínima, y se hace un poco difícil seguir la propuesta. Es imposible simpatizar o odiar a una serie de personajes que no hacen nada. Gus Van Sant no ha innovado formalmente respeto a Elephant, y en Last Days no pasa de explicar algo que hubiera podido decir en un cortometraje. Y hubiera sido muy bueno, pero una hora y media viendo a Michael Pitt deambulando es demasiado tiempo como para no plantearte si te están tomando el pelo.
A pesar de todo lo dicho, lo que mejor resume “Last days” es esta frase de Jonathan Rosenbaum crítico del Chicago Reader:

"Una película sobre un músico de rock yonqui, interpretado por Michael Pitt en plan narcisista, y no haciendo nada en particular la mayor parte de sus 97 minutos de metraje, no es mi idea de pasar un buen rato o de una empresa seria."

Mi valoración: 0/10.

4 comentarios:

Lucía dijo...

Vaya, no veas con el del Chicago Reader ...

Michael Pitt?? Familia de Brad??

HECTOR dijo...

Pues la verdad que no lo sé, pero te prometo que lo buscaré.

ninive drake dijo...

ya me hacía poca ilusión... me acabas de convencer...

HECTOR dijo...

Ahorratela. No merece la pena perder el tiempo con ella.